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Posts Tagged ‘vendimias’

Ahora que finalizan las vendimias quiero insertar un post de un blog amigo (Las letras y las cosas)

No quisiera que se entendiera esta entrada como una alabanza del alcoholismo; pero no puede negarse que a lo largo de la historia el tema del vino ha sido una referencia recurrente que con diversos tonos ha cantado las virtudes del néctar de los dioses. En estos tiempos de lo políticamente correcto parece fuera de lugar recordar que el vino ha sido visto como un refugio, sin duda peligroso, donde el ser humano busca protección ante las agresiones de la fortuna.

Ya en el Libro de los Salmos chocamos con una de las primeras referencias. El vino es don divino que hace sonreír:

Haces brotar la hierba para el ganado
y las plantas que el hombre cultiva,
para sacar de la tierra el pan
y el vino que alegra el corazón del hombre,
para que él haga brillar su rostro con el aceite
y el pan reconforte su corazón.

El viejo y siempre interesante Anacreonte es mucho más explícito en lo referente a su relación con la bebida:

Habiendo vino no hay penas:
siempre que a mis anchas bebo.
Imagínome que soy
más rico y feliz que Craso.
Corono entonces mis sienes
de verde hiedra, y me creo
orgulloso de mí mismo,
el señor de un vasto imperio.
En tanto que se arman otros
para la guerra, yo bebo,
que es preferible, a mi ver,
caer borracho que muerto.

(Traducción de Vicente Colorado)

Frente a la amenaza del otro y de la codicia, un vaso de buen vino. Así el ser humano puede olvidar su triste condición, como nos dice el estudiante medieval que compuso el poema que figura en el Carmina Burana:

La actitud de Anacreonte y de los goliardos es similar a la que muestra Luis de Góngora algunos siglos después:

Ande yo caliente,
y ríase la gente.

Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno,
y las mañana de invierno
naranjada y aguardiente,

y ríase la gente.

Todos estos poemas están teñidos de ironía y sentido del humor; nos hablan del derecho del individuo a ser feliz y del derecho a renunciar a aquello que otros consideran positivo por sí mismo. El vino es símbolo en estos textos de la aspiración del individuo a encontrar la auténtica felicidad.

 

A finales del pasado siglo XX, sin embargo, podemos encontrar ejemplos de un punto de vista bien diferente. El norteamericano Charle Bukowski también aprovecha el motivo de la bebida para expresar su visión del mundo. En él, no obstante, no hay ya visión humorística, sino una sombra de amargura que le lleva a afirmar que el alcohol es la única salida. No nos encontramos ante el sonriente bebedor feliz, sino ante el alcohólico amargado. El vino no es una opción, sino la única opción. Los tiempos cambian, qué duda cabe.

No hay nada que
discutir
no hay nada que
recordar
no hay nada que
olvidar
es triste
y
no es
triste
parece que la
cosa más
sensata
que una persona puede
hacer
es
estar sentada
con una copa en la
mano.

(Traducción de Rafael Díaz Borbón)

El bebedor clásico cae bien, es simpático y divertido. A veces, hasta se convierte en el alma de la fiesta y nadie percibe el oscuro río de amargura que le lleva a empuñar la copa una y otra vez, como si de un arma de asalto se tratase. El alcohólico contemporáneo es triste y molesto, silencioso, solitario. Contemplarlo nos hace sentir culpables, porque en su fracaso, quizás, veamos reflejado el desconcierto de un mundo que entre todos hemos construido. (by Glez.-Serna)

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Tiempo de vendimia

Y algún día ceremoniosamente se abrirá la puerta
y me sacarás de mí pulverizando mi letargo
y me pondrás sobre el alféizar de tu ventana violeta
y pasearás beoda por mis recibidores
y verás mis translúcidos postres de aire
y olerás mis ácidos eclipses
y agitarás los laberintos de la ebriedad
y por fin empaparé tus ciegas cántaras
y medirás en tarjas mi infinitud
y me beberás a cacarela
y me beberás a chinguete sabiendo que tapizo el vacío de tu boca
y cantarás en las bacanales tabernas con tu clarete
aire de cabaretera
y vendrás en otoño a Aranda de Duero
y conocerás al Corbetera
al Arroz
al Tío Pilili
al Tatarón
al Tasio
al Ologio el Patata
al Gildos
al Capitán el Mancurrín
al Cheripe…
que todavía siguen inventando la noche
y besan la madrugada
y me venderás como tu mejor vino
y te darán espliego como moneda
y buscarás la sombra de los chopos con mi bota en bandolera
y de las cantinas harás catedrales de bondad
y grabarás tu cruz secreta sobre el dintel de mi nacimiento
y pintarás con vino el paisaje del sonido
y saborearás el beso de mi urna amarga
y penetrarás en mi caverna de pámpano
y romperás las trémulas telarañas de mi edad
y consolaré el rito de tus penas
y emborracharás las letras de tu apodo
y te sentirás inmortal por tener sed
y de mi pentagrama goteará zumo de tormenta
y tragarás el tiempo hasta tu estómago
y quemarás las gavillas de mis deseos de invisibilidad
y escucharas mis voces bemoladas
y descubrirás por qué Don Antonio Machado conoció Soria
y aprenderás de memoria el Romance del Duero de Gerardo Diego
y con Rafael Alberti divisarás el mundo sobre un puente de luz
y comprenderás por qué El Empecinado ensanchaba El Duero
persiguiendo a los dragones
y hablarás con Federico García Lorca en Covarrubias de las palabras
maquilladas de fantasía
y visitarás Silos por su pasión de silencio
y cubrirás el sol de esta Ribera con tus pelos curvos
y destruirás las sucias paredes de tu habitación de niña
y ensuciarás de rojo tus obscenos demonios
y brotarán por tus poros cataratas de rosas
y enterrarás en un páramo la agonía de la espera
y jamás escribirás la carta de amor que ya he leído
y tirarás con mi arco blanco una flecha azul
y borrarás con tus rodillas el paso invisible de los vampiros
de aquí
y ayudarás a un zorro a montar en bicicleta
y leerás en voz alta los lunes
miércoles
y sábados de la última semana
de septiembre de cada año
a Gonzalo de Berceo
y los martes y jueves a San Juan de la Cruz
y los Domingos comerás con Neruda a las doce
y merendarás lechazo al pincho conmigo en Vadocondes
a las ocho de la tarde de cualquier día
y los viernes por la noche de todos los otoños del universo
dormirás en un barco en Zamora
y recitarás sin descanso los refranes del vino
y te costará recordar en qué manuscrito estaba la palabra agraz
y lavarás tus enaguas en las olas del Atlántico
y unirás dos puntos que no existen con una línea de crepúsculo
y brindarás con Noé en un viñedo de carretera por la vendimia
que viene
y se arparán tus cántaros de estofa en las Bodas de Caná
y vivirás conmivino para siempre
y darás gracias a Borges por el regalo de este verso:
El sueño, ese pregusto de la muerte
y cerrarás los ojos sin saber cómo empieza una batalla
y amanecerás
y…

Autor: Manuel Arandilla

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Desde una semana antes del inicio del invierno y hasta la fecha, las condiciones climatológicas nos han dejado constantes, yo diría que continuas, lluvias y más lluvias con alguna leve nevada. Está siendo un invierno muy lluvioso por lo que las labores agrícolas están muy retrasadas, fundamentalmente la poda de los viñedos. Al hilo de una conversación sobre este tema escuché la semana pasada el siguiente refrán:

Poda lloviendo, vendimias corriendo.

Comenzamos marzo y continúa el tiempo lluvioso. Es así que aún no han florecido los almendros. Algo inusual en los últimos años por las riberas del Gromejón.

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