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Posts Tagged ‘Manuel Vicent’

Hoy, 13 de mayo, festividad de San Pedro Regalado, todos los medios de comunicación coinciden en analizar e informar sobre una misma noticia: el plan anticrisis del gobierno. La historia nos demuestra que los males que aquejan a España no son de hoy ni de ayer, ni tan siquiera de antes de ayer.

Enero de 1915. Antonio Machado reflexiona sobre los males que aquejan a España desde el pasado. Evoca su juventud y la de su generación que no consiguieron cambiar esa España, pero le queda la esperanza de que tal vez lo consiga la nueva juventud. Han pasado cien años y…

A una España joven

… Fue un tiempo de mentira, de infamia. A España toda,
la malherida España, de Carnaval vestida
nos la pusieron, pobre y escuálida y beoda,
para que no acertara la mano con la herida.

Fue ayer; éramos casi adolescentes; era
con tiempo malo, encinta de lúgubres presagios,
cuando montar quisimos en pelo una quimera,
mientras la mar dormía ahíta de naufragios.

Dejamos en el puerto la sórdida galera,
y en una nave de oro nos plugo navegar
hacia los altos mares, sin aguardar ribera,
lanzando velas y anclas y gobernalle al mar.

Ya entonces, por el fondo de nuestro sueño —herencia
de un siglo que vencido sin gloria se alejaba—
un alba entrar quería; con nuestra turbulencia
la luz de las divinas ideas batallaba.

Mas cada cual el rumbo siguió de su locura;
agilitó su brazo, acreditó su brío;
dejó como un espejo bruñida su armadura
y dijo: “El hoy es malo, pero el mañana… es mío”.

Y es hoy aquel mañana de ayer… Y España toda,
con sucios oropeles de Carnaval vestida
aún la tenemos: pobre y escuálida y beoda;
mas hoy de un vino malo: la sangre de su herida.

Tú, juventud más joven, si de más alta cumbre
la voluntad te llega, irás a tu aventura
despierta y transparente a la divina lumbre:
como el diamante clara, como el diamante pura

ANTONIO MACHADO

Escucha el poema en la voz de Fernando Fernán Gómez

Quizás haya que ir pensando en encontrar otras medidas:

El deterioro de la vida pública es tan profundo que uno debe volver a armarse moralmente desde la naturaleza, allí donde las ovejas escarban en busca de raíces. Leyendo a Lucrecio debajo de un olivo puede uno comenzar a redimirse de la suciedad que la ciénaga política le ha dejado en el cerebro la última temporada ejerciendo ahora el pequeño placer de los sentidos. (Manuel Vicent)

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