Alberto Manguel en el ensayo publicado recientemente, El legado de Homero, viaja desde el Hades de La Odisea a las fosas comunes del franquismo para demostrarnos, con una esclarecedora reflexión, la continuidad histórica desde la Grecia de Homero a nuestra historia más reciente. En su viaje por el Hades, Ulises, se encuentra con Elpénor cuyo espíritu vaga atormentado porque fue abandonado sin que le dieran sepultura. El texto de La Odisea es el siguiente:
«La primera en llegar fue el alma de mi compañero Elpenor. Todavía no estaba sepultado bajo la tierra, la de anchos caminos, pues habíamos abandonado su cadáver, no llorado y no sepulto, en casa de Circe, que nos urgía otro trabajo. Contemplándolo entonces, lo lloré y compadecí en mi ánimo, y, hablándole, decía aladas palabras (…)
Al llegar, !oh mi rey¡ Haz memoria de mí, te lo ruego
no me dejes allí en soledad, sin sepulcro y sin llanto
no te vaya mi mal a traer el rencor de los dioses.
Incinera mi cuerpo vestido de todas mis armas
y levanta una tumba a la orilla del mar espumante
que de mí, desgraciado, refiera a las gentes futuras.
(Canto XI. Versión de José Manuel Pabón. Edt. Gredos).
(A TNA, In memoriam)