Siempre con la sonrisa en los labios
Te has ido esta mañana soleada de noviembre
Hoy amaneció un día frío
Pero el sol de mediodía ha roto
el hielo de la madrugada
Dolor de madrugada roto por tu sonrisa
Tu sonrisa cálida
Tu sonrisa dulce
Tarde de noviembre con los avellanos en flor
Penetran entre sus hojas
Oro y luz
Los últimos rayos de sol
Cuelgan de sus ramas los pendientes que serán
Fruto el próximo otoño
– ¿Puedo coger las avellanas que caen al suelo? Me dijiste
Y ya ves, la helada de abril se llevó todos los frutos
No era este un buen año para la esperanza
Esperanza a la que nos agarrábamos todos
Y tu vida se te ha ido entre las manos
Tarde de luz
Tarde otoñal
Tarde de este once de noviembre
Tarde que se resiste a apartarse
Tarde en la que nosotros negamos
Tu partida
Y el sol, antes fuego, anuncia
Que llega la noche fría
Que llega la noche helada
Y este mediodía por ti han sonado las campanas
Pero tú regresarás cada otoño
Cuando brote la flor del avellano
Cuando en busca de la luz
Cuelguen sus pendientes
La luz de esta tarde de noviembre
En la que te has ido
Con la sonrisa en tus labios
Cuelgan de sus ramas los pendientes…
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